Preguntas cristalinas
Después de una pausa de meses poco ha cambiado. Pero las preguntas fundamentales sobre el futuro político de España han cristalizado ya completamente.
* ¿A cuántos de los votantes del PSOE se ha conseguido convencer de que la expeditiva apertura del melón territorial ha sido necesaria y conveniente, y que las cesiones serán positivas para aquellos que viven en comunidades autónomas no-nacionales?
Tripartitos, estatutos,
Ibarreches, batasunos.
Nacionalistas astutos
dan lengüetazos perrunos.
* Mientras la economía aguanta en suave caída, con inflación, vivienda e hipotecas como únicos lastres electorales, el campo de regatas en el que se juegue el principal trofeo electoral habrá de ser la inmigración. En invierno quizá no lleguen cayucos, pero en las próximas citas electorales, las negligencias y falta de política inmigratoria definida pueden ser interpretadas por la opinión pública como la niebla que nos impide ver el horizonte. ¿La ansiedad que motiva todo cambio social drástico se notará ya en las próximas elecciones?
Españoles de otros modos
cambiarán nuestro paisaje.
Tierra de pan para todos,
papeles después del viaje
*¿Pueden la Justicia y la Policía Española ser las encargadas de la investigación de un atentado que es la balanza de precisión que inclina a un lado u otro la victoria de las elecciones (las pasadas y las próximas? Parece que dentro de ambas instituciones existen bastantes “ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor” para ambos platillos de la balanza. Solución posible (quizás la única, pero no muy viable): dejar todo en manos de un tribunal internacional y de una policía extranjera.
Un pifostio de peritos,
Rubalcaba a los teclados.
¿Publicarán más delitos
policial-politizados?
*Y siguiendo con las“internacionalizaciones de conflictos”, la nueva astracanada en el proceso de paz es uno más de la sucesión de pasos atrás frente al terrorismo, para ganar tiempo y dilatar el inevitable final doble que se pretende: intentar engañar a ETA y a la vez a la sociedad española. ¿Después de hacer el ridículo en el Parlamento Europeo, cuantos peajes más quedan por pagar a ETA?
De sierpes encantadores
se creen en el Gobierno,
ya incluso llaman “señores”
a criaturas del infierno.
2 Comments:
Mientras la economía aguante la cosa se sostiene. Da igual el gobierno y el asunto.
Aguanta la economía
y, de momento, "la cosa",
pero en la feligresía
puede pesar otra losa.
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