26.5.05

Savater: ¿Un nuevo Garzón?

Preguntas actuales:

1- ¿Es Savater el nuevo Garzón, captado por el Gobierno Socialista?
2- ¿Debe seguir convocada la manifa de la AVT?

Las respuestas, a la gallega (o a la pasiega) dependen de otras preguntas:

3- ¿Qué elemento de persuasión ha empleado Zapatero? ¿Cuánto ha conocido que se ha ocultado a los demás? Actuando de buena fe, cosa que yo no dudo, ¿cuánto puede equivocarse un filósofo?
4- ¿Convencerá el Gobierno de que el enfado de las víctimas no tiene fundamento? ¿o podrá convencernos la actuación de ETA y de su entorno?


Somos de la opinión de que quienes pueden salir de posiciones fortificadas para ser permeables a los argumentos de otras partes son los que consiguen los mayores avances, pero la agudeza y el olfato político de un estridente cambio de bando solo se pude acreditar después del transcurrir de los acontecimientos. Como inspirador fundamental de “Basta Ya”, y después de mantener la coherencia anti-ETA y contra el nacionalismo cómplice, la “sacudida” de Savater ha de verse como un síntoma de la magnitud del cambio que se intenta hacer posible (cuando no un elemento del proceso).

Estuve con ellos en la primera manifestación masiva de Basta Ya en San Sebastián en Septiembre de 2000; ya entonces pensaba cuánto de aquel movimiento se debía a este hombre, que sin embargo parece haber querido guardar alguna distancia de otros constitucionalistas (Foro de Ermua). Ahora, pese a mi admiración por su trayectoria, me asaltan dudas: que sea una persona emblemática del constitucionalismo la que, en esta ocasión, se equivoque gravemente o haya sido engañada. Habrán de ser las futuras respuestas a las preguntas anteriores las que dirán cuánto de acierto o de error hay en su postura, si ciertamente no existe motivo para la indignación de las víctimas frente a la iniciativa del Gobierno, y si éste merece la comprensión de quiénes han arriesgado (y algunos dado) la vida por la defensa del Estado de Derecho.

Lo anterior fue escrito antes del atentado de ETA en Madrid:

Este nuevo movimiento de ficha de ETA solamente hace más acuciante la respuesta a la pregunta número cuatro, de las arriba planteadas.

El gobierno y los medios afines han dejado ver que hacen una interpretación de esta última “ekintza” como una mera muestra de presión; puesto que no ha provocado muertos (en realidad porque Dios no lo ha querido), el gobierno parece deseoso de ver esta bomba solamente como una pataleta etarra a olvidar rápidamente, y que no detiene el proceso de contactos-diálogo. Supongo que también Savater habrá sentido un alivio como nunca al saber que no hubo víctimas mortales.