Terrorismo: ya en el horizonte las próximas Generales

¿El Estado de Derecho tolerará una bajada de pantalones ante los terroristas?
¿Si el Parlamento decide una cosa, pero los jueces se empeñan en enchironar a los Oteguis y demás etarras, quién resuelve la colisión entre los poderes?
¿El principio de justicia por encima de la paz, o al revés?

El mundo terrorista asistirá encantado a este nuevo tipo de “conflicto” que habrían conseguido inyectar en el corazón del odiado “Estado”.


¿Cuántos cálculos electoralistas hay en AMBOS partidos y cuánto de verdadero interés en el fin del terrorismo?

Creo legítimo pelear por el voto del electorado con diferentes soluciones al terrorismo, como ocurre con el resto de políticas. Pero hay soluciones “al terrorismo” y soluciones “contra el terrorismo”. Queda clara la gran responsabilidad que esta división hará recaer en el pueblo (a la hora de las siguientes Elecciones Generales); con el resultado de las próximas Generales se adoptará una decisión trascendental en lo práctico (el quizá muy ilusorio fin de ETA), pero también trascendental en su dimensión moral.

¿Mostrar y fomentar la desunión entre las víctimas, como intenta el Gobierno, desactiva una supuesta contraofensiva anti ZP?

En las próximas elecciones gallegas pueden pesar algo estos argumentos; quizá lo suficiente para ser decisivos cuando los pronósticos van tan ajustados. El Gobierno se ha apresurado ya a congelar toda actuación sobre terrorismo y víctimas hasta que finalicen estas elecciones, cada vez más significativas para concretar las aspiraciones de ambos partidos de cara a las próximas Generales.

¿Seguirá sin haber nuevas víctimas mortales?

Si las hay, la argumentación de Moncloa y de los nacionalismos “dialogantes” será que el principal beneficiado de las víctimas es el PP. Ellos habrán conseguido que sea cierto.