10.11.06

De Juana y de jueces


Curiosa es la noción de Estado de Derecho que tiene aquél que presupone que las instituciones secundarán unánimemente toda iniciativa unilateral que surja de la mente del Presidente . Pero pedir a los jueces que no apliquen la ley a los peores terroristas de Europa, en plan “pelillos a la mar”, solamente puede calificarse de intento de suicidio. Uno ya había previsto esta situación en junio de 2005; como entonces, sigo pensando que el mundo terrorista asiste encantado a este nuevo tipo de conflicto. Si es regla básica de toda negociación intentar empequeñecer al adversario, aquí vemos que tienen motivos para sentirse más grandes que nunca, pues uno a uno van siendo los delincuentes protagonistas políticos absolutos; jamás estuvieron en mejor posición para plantear sus peticiones. Puesto que la independencia judicial es una aspiración irreal en nuestro momento, y la próxima remodelación del Consejo General del Poder Judicial no la facilitará, nos queda la curiosidad de conocer en lo venidero cuáles son los niveles de dignidad a que llegan nuestros jueces