10.5.06

Caso Almería

Convendrá recordar en esta actualidad de excesos policiales que hoy se cumple el 25 aniversario del Caso Almería. Suceso que es elemento principal de toda denigración y leyenda negra de la policía en la historia de España, pero que también es referencia obligada al tratar de los peligros que implica la discrecionalidad que pueda aplicar la policía a la hora de detener a unos ciudadanos.

Brevemente: tres chicos de Santander que iban en su coche a una celebración de primera comunión en Almería, fueron detenidos en esta provincia por la Guardia Civil y confundidos con unos etarras prófugos. Se les torturó brutalmente, y sus cadáveres junto con el coche fueron quemados y ametrallados para fabricar pruebas falsas. La versión oficial (no respondieron a la orden de alto y su coche fue perseguido) fue desmontada por un ejemplar agente del cuerpo que denunció los hechos. Los responsables terminaron expulsados del Cuerpo y cumplieron muchos años de cárcel.

Quisiéramos poder decir que después de 25 años nada parecido sería hoy posible. Pero cuando menos resulta curioso que si en los comienzos de la Transición Española costó mucho saber la verdad, y la oposición realizó una labor de desgaste del Gobierno de UCD, ahora sean las actuaciones irregulares y las artes de tergiversación y falseamiento policial el producto de una obediencia partidista que hace llegar la cadena de mando desde los despachos de un partido hasta terminales de segura obediencia en las comisarías. No parece ser exactamente progresista la reconversión de una policía franquista en otra infiltrada de intereses partidistas. Desaforadas las acusaciones de chekismo, pero no las desoigamos irreflexivamente; alguien podría también recordar aquella otra “desafortunada” detención policial que ocurrió un 13 de julio de 1936.

2.5.06

Chaiyya Chaiyya

"Aquél cuya cabeza esté bajo la sombra del amor tendrá el cielo bajo sus piés. Caminará en la sombra. Caminará en el cielo, caminará en la sombra. "
Gulzar

Se trata de un tema musical que extiende un optimismo tan contagioso como el pegadizo coro (“jinke sar ho ishq kii chha.nh”), que viene a decir en lengua urdu: aquél cuya cabeza se sitúe bajo la sombra del amor. Primero percibimos las resonancias orientales, pero inmediatamente se evidencia su categoría de música universal, que sale de la sección de músicas localistas para hacer verdad la denominación “word music”, y que con unos arreglos de hip hop queda perfecta como banda sonora del comienzo de siglo.

Compuesta por el conocido compositor para películas musicales indias de “Bollywood” A.R Rahman, con letra del poeta indio Gulzar, para la película “Dil Se” (ver el vídeo ), ha llegado a occidente gracias al musical de Lloyd Webber “Bollywood Dreams” y, ahora sobre todo, gracias a la película de Spike Lee, Plan Oculto . En esta película el tema adquiere protagonismo en los créditos de entrada y en los del final (protagonismo compartido con la ciudad de Nueva York). Esta canción tiene en la película mayor significado que el de mero acompañamiento musical a los títulos. Como todas las de este director negro (aunque haya derivado hacia un cine cada vez más comercial y ahora se adentre en el cine de género, aparentemente convencional), en esta su más reciente película también son los conflictos raciales elemento básico y objetivo último: se compone de ellos y la historia abre caminos nuevos sobre la inevitable fricción racial en una sociedad que sigue siendo la más fotogénica. Y todo a partir de la historia del atraco con rehenes en un banco de la capital del mundo.

Superadas ya películas con negros buenos y blancos malos, en esta película existe algo del optimismo de Capra y del genio marcial de Ford. Por eso la mayoría de los espectadores salen de la sala simplemente con la sensación de haberlo pasado bien. Y en los dos extremos del filme brilla este tema pegadizo y lleno de poesía hindú, que se vierte sobre la humanidad de Nueva York, multicolor pero que vive unida en el deseo de preservar sus libertades. Libertades que les son posibles bajo la bandera de rayas y estrellas, que tantas veces aparece en la película: la única bandera de las Naciones Unidas que existe.